Richard Tyler, un niño de 10 años de edad, vive su vida obsesionado por las estadísticas y teme prácticamente a todo. Sus padres exasperados han intentado varias formas de darle valentía a su hijo, pero tienen poco éxito. El padre de Richard le manda a comprar una bolsa de clavos para que él pueda construir una casa en el árbol. Sin embargo, Richard se ve atrapado en una tremenda tormenta y se refugia en una biblioteca. Allí conoce al Sr. Dewey, un excéntrico bibliotecario que intenta encontrar un libro adecuado para Richard y le da un carné de la biblioteca. Sin embargo, Richard no quiere ningún libro; sólo quiere llamar a sus padres y volver a casa. El Sr. Dewey le indica al niño dónde hay un teléfono. Richard vaga por los pasillos buscándolo, hasta que da con una gran rotonda, cuya bóveda está pintada con personajes de ficción clásicos. Richard no se da cuenta del agua que gotea desde su abrigo, y al moverse se cae, se golpea en la cabeza y queda inconsciente. Cuando despierta, encuentra las pinturas de rotonda deshaciéndose, chorreando y formando una ola de color que transforma a él y a la biblioteca en dibujos...