Giselle vive feliz en un mundo animado llamado Andalasia, donde los animales son sus compañeros. Ella sueña con su verdadero amor y lo representa con una estatua que ella misma construyó, con la ayuda de su amigo ardilla Pip y otros felices animales del bosque. Ella canta sobre su beso de amor verdadero, y el príncipe Edward, un apuesto y valiente príncipe, oye su voz en el bosque mientras este se encargaba de un troll. El troll fue a donde se encontraba Giselle y esta sale asustada, yendo a parar a la rama de un árbol, la rama se rompe y Giselle cae pero por suerte el príncipe justo a tiempo la atrapa y la rescata de ese malvado troll. Giselle y el príncipe Edward se comprometen a casarse, pero su destino toma un giro inesperado en el día de su boda, cuando su madrastra, la reina Narissa, lanza su magia a través de un portal a un lugar donde no existe un "felices para siempre", a fin de mantener a su hijastro soltero y, por tanto, seguir siendo reina...