La historia transcurre en San Francisco. Daniel Hillard es doblador de películas, está casado y tiene tres hijos, su matrimonio no va nada bien, aunque con sus hijos mantiene una estrecha relación, durante el cumpleaños de su hijo, su esposa, Miranda Hillard, le pide el divorcio, aunque Daniel cree que será una separación solo temporal, los dos acaban en un juicio por decidir quien se queda con la custodia de los hijos, el juez dicta que los hijos permanezcan bajo la custodia de la madre, aunque Daniel puede verlos todos los sábados, y además, si en un plazo de 3 meses, logra establecer un buen hogar y crear un entorno adecuado para los niños, estudiará la posibilidad de una custodia conjunta...