En 1917, unas semanas antes del fin de la primera guerra mundial, dos niñas de la provincia inglesa de Cottingley tomaron un par de fotografías donde una de ella aparece rodeada por diminutas criaturas bailarinas: hadas. Los padres al descubrir las fotografí­as y luego de buscar infructuosamente pruebas de su falsedad, distribuyeron copias entre sus amistades. Una de esas copias cayó en manos de Sir Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes), acérrimo miembro de la Sociedad Teosófica de Londres. Conan Doyle, quien a la sazón escribí­a un artí­culo sobre la existencia de las hadas...